viernes, 15 de octubre de 2010

Ataraxia

Estado duradero de equilibrio, tranquilidad y serenidad del alma, de bienestar física y espiritual basado en un placer estable y tranquilo, lejos de toda preocupación e inquietud.

Para conseguir dicho objetivo, la ataraxia, debemos reducir nuestros deseos y nuestras necesidades a lo indispensable, con el fin de alcanzar la autosuficiencia y evitar todas las preocupaciones e inquietudes que nacen en el alma cuando deseamos poseer o disfrutar aquello que no tenemos o que nos cuesta trabajo y sufrimiento alcanzar. En realidad, el ser humano necesita muy pocas cosas para ser feliz, pues sus verdaderas necesidades son escasas: comida, vestido, calzado, un techo en el que cobijarse y afecto sincero.

Está claro, no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.

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